Seh. Me gusta la pinta de madurito y de chulito que sueles llevar. Sí, se puede decir que también me gusta que me lleves a comer helado y que me des contra la pared. También me gusta que me grites aunque nunca más que yo. Adoro que me pasees en tu moto y poder acariciarte la entrepierna. Me gustan tus caricias y tus besos ardientes. Me estremece el roce de tus labios con mis pechos y me derrito cuando susurras un puto te quiero.
Seh. Me gusta lo imbécil que eres y lo imbécil que puedes llegar a ser pero también me sorprendo cuando descubro que eres bueno en algunas cosas: Ajedrez. Intento superarte, no lo consigo, aún así, me quedo contigo.
Seh. Me gusta este chico macarra y lleno de piercing y tatuajes. Me gusta. Me gusta desde hace tanto tiempo que ya perdí la cuenta. Me gusta.
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